Los implantes dentales han ganado inmensa popularidad en los últimos años debido a su capacidad para imitar los dientes naturales. A diferencia de las dentaduras o puentes, que se apoyan sobre las encías o dependen de los dientes adyacentes para su soporte, los implantes se insertan en el hueso de la mandíbula, proporcionando una base sólida para los dientes de reemplazo. Esta integración con el hueso los hace increíblemente duraderos y seguros, permitiendo a los adultos mayores disfrutar de sus alimentos favoritos y hablar sin ninguna incomodidad o temor de vergüenza.